En el Día Mundial de la Salud Sexual, desde Plena inclusión Castilla-La Mancha queremos alzar la voz en nombre de las mujeres con discapacidad intelectual y del desarrollo, quienes a menudo enfrentan barreras significativas para ejercer y disfrutar plenamente de sus derechos sexuales y reproductivos.
Por eso, este año nos unimos a la conmemoración del 4 de septiembre para sensibilizar sobre la importancia del consentimiento y la autonomía corporal, y reivindicar que nuestras necesidades y derechos no pueden seguir siendo ignorados.
Según Olga Cañizares, responsable del programa de Mujer de Plena inclusión Castilla-La Mancha, “nos centramos en las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo porque, al igual que cualquier otra mujer, tienen derecho a una vida sexual y reproductiva plena, segura y saludable”.
Sin embargo, añadió, “estas mujeres a menudo encuentran mayores dificultades para acceder a la información, los servicios y el apoyo necesarios para cuidar su salud sexual y reproductiva con confianza y seguridad. Por ello, es fundamental que los profesionales de la salud, nuestras familias y todas las personas que nos apoyan reconozcan y respeten estos derechos”.
Cañizares también destacó que desde la federación castellanomanchega “estamos desarrollando un proyecto sobre el derecho a ser madre o no entre las mujeres con discapacidad. El objetivo es que sean ellas mismas quienes lideren este derecho y sus decisiones. Entre otras iniciativas, estamos elaborando una guía de recursos orientados a la maternidad, explorando áreas como la salud en la maternidad. Es crucial proporcionarles información y orientación accesibles, evaluando si la accesibilidad cognitiva es suficiente para ellas, de manera que podamos proponer mejoras en los servicios”, señaló.
Atención personalizada y adaptada
Cada mujer con discapacidad intelectual o del desarrollo es única, y así debe ser su atención sanitaria. Es imprescindible que recibamos un trato individualizado y adaptado a nuestras necesidades específicas, con información comprensible y accesible sobre cómo cuidar nuestra salud, prevenir enfermedades y entender los tratamientos que se nos ofrecen. Este es un derecho inalienable que debe ser garantizado por los profesionales de la salud, quienes deben comunicarse con nosotras de manera clara y respetuosa.
La ONU subraya que la salud sexual no se limita a la ausencia de enfermedad, sino que es una parte integral del bienestar humano. Esto incluye la capacidad de establecer relaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo, y de tomar decisiones libres y autónomas sobre nuestras vidas y cuerpos. Sin embargo, con demasiada frecuencia, las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo, junto con otros grupos vulnerables, ven negado este derecho fundamental.
El derecho a la salud sexual es esencial para nuestro bienestar. Somos más saludables cuando comprendemos nuestros propios cuerpos, cuando sabemos cómo cuidarnos y protegernos, y cuando podemos acceder fácilmente a servicios y apoyos. Es inaceptable que este derecho sea negado debido al estigma, la discriminación o la falta de accesibilidad a la atención sanitaria.
Por todo ello, desde Plena inclusión Castilla-La Mancha hacemos un llamamiento a la sociedad para que reconozca y respete nuestros derechos. Exigimos ser tratadas con dignidad, recibir una atención sanitaria comprensible y accesible, y poder decidir libremente sobre nuestras vidas y cuerpos. Porque #EsUnHechoSonMisDerechos.
Plena inclusión Castilla-La Mancha agrupa a unas 60 entidades de la región y representa a 8.500 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Además, cuenta con unos 2.700 profesionales, 1.000 voluntarios/as y 240 centros. Su objetivo es trabajar por la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias, promoviendo su calidad de vida y defendiendo sus derechos.