Plena inclusión invita a las empresas tecnológicas a unirse al reto de reducir la brecha digital para las personas con dificultades de comprensión
Las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, además de otros colectivos con dificultades de comprensión, se ven gravemente limitadas en el acceso a derechos como la salud, la información, el empleo o el ocio, como consecuencia de la brecha digital. Por ello, Plena inclusión lanza la Alianza Tecnológica por la Inclusión, un proyecto que busca implicar a empresas tecnológicas y de base tecnológica (bancos, académicas, etc.) para convencerlas del beneficio social y económico que conllevaría diseñar desarrollos y fabricar dispositivos que contemplen la accesibilidad cognitiva.
Plena inclusión anima a estas compañías a crear productos y servicios accesibles, usables y comprensibles para todas las personas. “La tecnología debe ser un aliado y no un obstáculo para la autonomía y la vida plena de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo”, explica Carmen Laucirica, presidenta de Plena inclusión España.
El primer paso para la creación de esta alianza fue una reunión de trabajo con empresas e instituciones del ámbito tecnológico, como la Fundación Telefónica, SAP, AEB, Samsung, Inetum, BBVA, las universidades Politécnica y Carlos III de Madrid, Globant, IE University, Alcad, NTT Data y la aragonesa Hiberus. Sus responsables de desarrollos tecnológicos reflexionaron sobre los beneficios competitivos que aporta la accesibilidad cognitiva a la tecnología. E identificaron obstáculos para su implementación, como la dificultad para encontrar talento tecnológico experto en accesibilidad o la falta de vías de colaboración entre universidad y empresas.
En este encuentro, las empresas sopesaron la oportunidad de negocio que supone tener esta realidad presente, así como la posibilidad de ampliar mercado, llegando a un nuevo nicho de consumidores, o de mejorar su reputación e imagen de marca, subrayando su compromiso por una sociedad más igualitaria.
En la sesión también participaron personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, compartiendo ejemplos cotidianos respecto a las dificultades con las que se enfrentan en el uso de la tecnología, y cómo esta barrera les impide completar una cita médica, o simplemente realizar una compra online.
La iniciativa de la Alianza Tecnológica por la Inclusión forma parte del proyecto Transformación Digital por la Inclusión (TDI), en el que también participa Plena inclusión Castilla-La Mancha, financiado por la Unión Europea con fondos ‘Next Generation’, enmarcado en el Plan de Recuperación y resiliencia y coordinado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.